viernes, 26 de junio de 2015

Reflexiones-¿Qué es la Realidad?


El simple hecho de que creamos o no en algo no prueba que sea verdadero o falso. En el pasado no se pensaba, ni se creía que pudiese existir un nuevo continente; el viejo mundo constituía la totalidad del planeta; pero esta creencia no significaba que su existencia no fuera cierta. De la misma manera sucede con la información que llega a nuestra consciencia, el hecho de que seamos conscientes o no de algunas sensaciones no condiciona su existencia; existen sonidos (ultrasonidos) de los que no somos conscientes, no podemos escucharlos porque nuestros sentidos no están adaptados para ello, y sin embargo están ahí; también existen objetos que no caen dentro de nuestro campo visual y sin embargo son reales; algo similar sucede con nuestra memoria, hay  hechos que no recordamos conscientemente y sin embargo tenemos evidencia de que ocurrieron realmente (fotos, videos, testimonios de otras personas); por otro lado, también podemos tener recuerdos de situaciones que nunca han sucedido en la realidad; sucesos que tal vez se formaron en nuestra mente a través de lo experimentado en la lectura de algún libro, de algún sueño, o alguna película y con el tiempo lo hemos distorsionado hasta llegar a creer que forma parte de nuestra memoria real.


Solo como planteamiento filosófico, pudiera ser que nuestra existencia comenzó hace unos minutos y la totalidad de nuestros recuerdos no son más que sucesos implantados en nuestra mente de alguna manera; tal como vemos en las películas de ciencia ficción.

Si fuera posible que a través de algún desarrollo tecnológico se hiciera llegar información directamente a nuestro cerebro, sin la intervención de los sentidos, para nuestra mente sería real lo que estamos percibiendo y no existiría diferencia alguna con la información registrada por nuestros sentidos; entonces estaríamos llegando a dar validez al argumento de Descartes de que debemos dudar de la existencia de los objetos sensibles porque sería posible que algún demonio tramposo nos estuviera engañando; y en este caso, el demonio sería la tecnología, el cine, la realidad virtual, o inclusive los sueños.

Nuestras sensaciones, pensamientos, recuerdos, odios y deseos; todos ellos son procesos internos que se producen en nuestra mente ante algún estímulo, y que ciertamente afectan nuestro entorno físico.

Nuestra realidad proviene no solamente de las creencias y de lo aprendido durante la vida, sino también de las inferencias, razonamientos y deducciones que hacemos con todos estos conocimientos, es a través de la misma mente que se puede llegar a generar conocimientos nuevos a partir de los que ya tenemos en ella; claro que mientras mayor cantidad de información tengamos a la mano (mentalmente hablando), más fácil nos resultará reflexionar y crear nuevos conocimientos, pues contaremos con la materia prima necesaria para ello.

¿Acaso solo yo existo (solipsismo); sólo mis experiencias y los razonamiento e inferencias que hago de ellas son ciertas y debo dudar de todo lo que esté fuera. Todo el mundo depende de mi existencia y mis pensamientos?

Aparentemente no puede haber razón para aceptar la existencia de algo que no hemos experimentado; de lo que yo he experimentado estoy seguro, ¿pero de lo que experimentan los demás?; ¿Cómo puedo saber si lo que yo considero como el color rojo es lo mismo para las demás personas; tal vez lo que mi mente percibe es diferente, solo que desde pequeño me enseñaron que tal color se denominaba rojo y yo lo sigo llamando de esa manera, para saber si lo que veo es lo mismo que perciben otras personas tendría que estar conectado a su mente; respecto a lo que experimentan los demás únicamente podemos conocerlo mediante la observación, a través de lo que nos dicen y con esto realizar las inferencias necesarias, y si estas suposiciones sobre lo que perciben se aceptan como prueba de la realidad, significa que algo no necesariamente debe ser experimentado para creerlo; se puede llegar a ello a través de la razón.

Lo cierto es que aunque, en algunas situaciones,  la realidad es independiente de quien la interpreta, estas interpretaciones que hacemos de lo que nos llega a la mente a través de los sentidos, todos estos razonamientos, suposiciones e inferencias que hacemos con los conocimientos que vamos adquiriendo, es lo que va formando nuestro mundo, nuestras creencias personales, y estas, sean ciertas o no, influyen y cobran realidad física en cada uno de los ambientes en los que nos desarrollamos; el trabajo, la escuela, o la familia; conforman nuestros límites de lo que es o no posible para nosotros; estas creencias sobre la realidad tienen una gran influencia en la dirección que le vamos a dar a nuestra vida y en cada uno de los logros que obtenemos.

Nada puede cambiar nuestro pasado, las decisiones tomadas nos han llevado hasta este momento de nuestra vida, pero, ¿Qué hay de nuestro futuro?, éste tiene una infinidad de posibilidades que podemos seguir, la pregunta es, ¿Cuál vamos a elegir...?



 

¡Los límites solo existen cuando creemos en ellos!

¡Libera tu potencial, trabaja en tu mente!

viernes, 19 de junio de 2015

Reflexiones-¿Qué es la verdad?

¿Qué es la verdad?

¿Qué es la verdad, algunas cosas tienen existencia propia, independiente de las personas, o su existencia depende siempre del punto de vista de cada observador?; claro que me refiero solo al tipo de situaciones en la que dos o más personas podemos recibir los mismos estímulos externos, la misma información, y sin embargo la interpretación de lo que vemos puede ser muy diferente, lo que para mí es correcto, para los demás puede ser algo totalmente inadmisible y fuera de realidad; nada resulta más natural que decir "lo vi con mis propios ojos", o tocar un objeto para comprobar que es real, pero a nivel mental, la realidad que percibimos con nuestros sentidos resulta menos sólida de lo que parece; ¿pero cómo es que realiza nuestra mente esta interpretación?

Toda interpretación que hagamos dependerá en gran medida de la cantidad de información que hayamos almacenado en nuestras redes neuronales, de nuestras experiencias pasadas; de los valores aprendidos y del condicionamiento que hayamos recibido en nuestra familia, en nuestra cultura, y en nuestra época.

Así por ejemplo si hablamos de religión; una persona con una gran cantidad de conocimientos y una cultura amplia, estará mejor capacitado para entender el tema, sin caer en fanatismos; comprenderá mejor las bases que tienen las ideas diferentes a las suyas; pero alguien cuya cultura y conocimientos están limitados a los que recibió de su familia o comunidad, que nunca se preocupó por incrementar estos conocimientos y que rara vez cuestiona la validez de sus creencias; tendrá una visión muy estrecha y mostrará una gran intolerancia a cualquier tipo de ideas que difieran con las suyas; no porque lo desee, o porque haya elegido ser así, sino porque lo que sabe y lo que cree, es todo lo que hay en su pequeño mundo, donde no hay cabida para nada más que lo que él considera como cierto.

La misma información externa que llega al mismo tiempo a la mente de dos personas diferentes producirá interpretaciones y resultados diferentes, dependiendo de sus experiencias pasadas y de los conocimientos que tengan; inclusive, la misma información producirá resultados diferentes en la misma persona si esta llega en diferentes periodos de su vida, pues los estados de ánimo, los conocimientos y experiencias que haya acumulado serán diferentes.

Si así de subjetivas pueden llegar a ser nuestras creencias y experiencias, entonces, ¿Qué grado de verdad tiene todo aquello en lo que pensamos y creemos?

Al final, la idea de "verdad" es relativa; más bien, nuestra mente recibe información a través de los sentidos, la interpreta y, de manera natural, construye realidades que tratamos de acomodar acuerdo a lo que ya conocemos; estamos interpretando constantemente la información que recibimos y para esto utilizamos los recursos que ya están almacenados en nuestra mente. Lo que consideramos como verdadero es solamente nuestra verdad personal, nuestra interpretación de las cosas, el resultado de nuestros pensamientos en esta época de nuestra vida; y eso nos puede llevar a conclusiones y expectativas falsas sobre lo que debe o no debe ser; muy probablemente lo que ahora consideramos correcto, dentro de algunos años nos cause risa y nos llegue a parecer totalmente inaceptable.

Ante todo esto creo que lo mejor que podemos hacer es no tomar nada por cierto, debemos estudiar y trabajar en comprender como funciona nuestra mente; también debemos identificar y cuestionar constantemente y con todo detalle cada una de nuestras creencias, aún las más sagradas, intentar reforzar aquellas que nos impulsan a seguir adelante y nos hacen ser mejores personas y tratar de eliminar las que nos limitan, las que nos incitan a juzgar y mostrar intolerancia ante cualquier situación.



¡Los límites solo existen cuando creemos en ellos!

¡Libera tu potencial, trabaja en tu mente!

viernes, 5 de junio de 2015

Reflexión-Inteligencia artificial

La inteligencia artificial

Los avances en las TIC´s y la capacidad del procesamiento de datos en las computadoras, que se duplica cada 18 meses (Ley de Moore), nos llevan a preguntarnos, cada vez con mayor seriedad, si es que las máquinas podrían adquirir algún día consciencia de sí mismas y una inteligencia que compita con la de la mente humana, si alguna vez será realidad la llamada Inteligencia artificial (IA).

Aunque podemos considerar que actualmente el campo de la inteligencia artificial está en su primera infancia, los últimos años se han abierto nuevos caminos hacia el conocimiento de las capacidades de la mente humana y los procesos del pensamiento que, junto con los avances tecnológicos ya mencionados hacen que la IA se convierta no solo en una posibilidad, sino que haya quienes señalan que solo es cuestión de tiempo (Raymond Kurzweil) para que las computadoras alcancen consciencia de sí mismas y una capacidad de pensamiento comparable a la de la mente humana.

 
A la IA le pasa lo que a la moda, llega con fuerza, causa sensación, y algún tiempo después pierde interés, desaparece y vuelva dentro de algunos años; hasta hoy podemos identificar 3 grandes ciclos de IA:

El primer ciclo se inició a mediados del siglo XX, donde se anunciaba la ya próxima llegada de los robots con capacidades similares a la mente humana, las universidades y gobiernos le dedicaron gran cantidad de recursos y se publicaron numerosos artículos sobre el tema; todo esto duró aproximadamente 20 años, hasta que los gobiernos de EU y el RU cansados de no ver resultados recortaron los fondos para este tipo de investigaciones.

El segundo ciclo se inicia en la década de los 80’s gracias al incremento en la potencia de procesamiento de las computadoras y nuevamente al impulso gubernamental con fines principalmente bélicos; de nuevo se publican una gran cantidad de artículos sobre el tema y se filmaron infinidad de películas que tratan los aspectos de la IA; pero los escasos avances y falta de resultados nuevamente volvieron a terminar con el interés sobre el tema.

El tercer ciclo, en el que aún nos encontramos, podemos considerar que se inicia con el siglo XXI, nuevamente alentado por un creciente avance en la potencia de procesamiento de las computadoras; donde las nuevas técnicas de producción de microprocesadores siguen haciendo posible el cumplimiento de la ley de Moore de que cada 18 meses se duplique la capacidad de procesamiento; nuevamente han aparecido una gran cantidad de publicaciones sobre el tema y los estudios cinematográficos no dejan de explotar el tema en las salas de cine; ¿ahora si estará a la vuelta de la esquina?

Aunque hay algunos expertos como Raymond Kurzweil que señalan que solo es cuestión de tiempo para que la IA aparezca, e inclusive dan fechas probables para que esto ocurra; la mayoría de los científicos son conscientes de que anteriormente subestimaron el tema y que no se deben hacer predicciones a la ligera; pues la realidad de la mente humana es mucho más compleja de lo que se había pensado y nuestros pensamientos conscientes representan solo una pequeña fracción (5%) de nuestros procesos mentales, el resto, la mayor parte (95%) son de tipo subconsciente; puede ser que esto se resuelva en el futuro pues hace poco se han lanzado dos proyectos para descubrir la forma en que funciona el cerebro humano; en EU el proyecto Brain cuyo fin es dibujar un mapa del cerebro humano y el funcionamiento de cada una de sus partes; y en Europa el proyecto Human Brain cuya finalidad es duplicar tecnológicamente las funciones del cerebro humano.

También tenemos que tomar en consideración que la ley de Moore tiene una limitación; no puede seguir de manera indefinida; actualmente se pueden imprimir cientos de millones de transistores de silicio en un chip del tamaño de una uña; pero existe un límite a cuantos de estos transistores se pueden agrupar; en la actualidad, la capa de silicio más fina tiene aproximadamente 20 átomos de grosor, para el 2020 se estima que este grosor podría ser de solo 5 átomos, un tamaño tal que las leyes de la física clásica empiezan a dejar de funcionar y aparecen las de la física cuántica; específicamente el principio de incertidumbre de Heisenberg, el que señala la imposibilidad para determinar la exactamente donde están los electrones, esto originaría que el chip se cortocircuite y genere un calor excesivo; impidiendo que ya no se pudiera seguir incrementando el número de transistores empaquetados en el chip; si no se encuentra una alternativa, en ese momento la ley de Moore dejaría de aplicar.

 
¿Llegará pronto la IA?; creo que todo apunta a que este nuevo ciclo, al igual que los anteriores, terminará en algunos años; si acaso llegaremos a tener una mayor capacidad de procesamiento en las computadoras, pero imitar el funcionamiento de la mente en una máquina sería muy difícil, pues la mente y la consciencia humanas son una combinación de diferentes habilidades que se han desarrollado a través de millones de años de evolución; y aunque se lograra descifrar su funcionamiento al 100%, aún tenemos el aspecto de emocional el cual es básico al momento de realizar juicios de valor.

Los desarrollos actuales en las tecnologías de la información y la comunicación y la robótica parecen más bien apuntar en otra dirección, una fusión entre la mente humana y algunos componentes mecánicos para incrementar la funcionalidad de los seres humanos. Parece que el futuro inmediato será muy interesante en lo que se refiere a la IA; la mente humana y la mejora de nuestras capacidades.

 

Referencias:
Wikipedia
Brain proyect
Human brain proyect

Bibliografía:
Kaku, Michio, El futuro de nuestra mente, (2014, p281-350) Editorial Debate