Sé tu mismo |
Extrovertido |
Conozco personas de carácter introvertido, sencillos y humildes, que difícilmente toman la iniciativa en alguna situación determinada, no les gusta exponerse a las críticas ni a las opiniones de los demás; pero también conozco personas extrovertidas, orgullosas, a quienes les gusta llamar la atención en cualquier lugar donde se encuentran; en ambos casos me parecen personas magníficas que, aparentemente están conformes y satisfechas con su forma de ser, pero; esto me hace preguntarme, ¿cómo saber si la personalidad que tenemos es natural, el resultado de nuestras propias decisiones, o si no es más que el producto del condicionamiento recibido desde que nacimos; como seríamos en otra cultura con diferentes costumbres, con otra formación, cuál sería nuestro carácter y personalidad?; ¿seguiríamos siendo introvertidos y sencillos; y los extrovertidos y arrogantes cambiarían su forma de ser?, ¿Cuál es la personalidad adecuada?, y lo más importante, ¿Somos conscientes de esto y de que somos los principales responsables de ella?
Construye tu personalidad |
Cada uno de nosotros es único e irrepetible;
cuando nos dicen: ¿Por qué no intentas
ser cómo …? es una completa aberración, por no llamarla de otro modo, pues
no existe una sola forma de ser y de actuar ni de llevar a cabo una tarea, cada
uno de nosotros debemos encontrar nuestro propio estilo, aquel que más se
acomode con nuestra forma de pensar, aquel que nos de los mejores resultados en
la búsqueda de nuestros objetivos y nos permita ser felices; aceptando completamente nuestra individualidad pues son
los rasgos que nos definen y nos hacen únicos; y si por alguna razón no estamos
de acuerdo con alguno de ellos; únicamente nosotros y nadie más tenemos la
responsabilidad de trabajar en él y cambiarlo hasta llegar a ser tal y como
deseamos; hasta llegar a construir la personalidad con la que nos sintamos
satisfechos, aquella que nos permita fluir en la vida sin restricción alguna.
Hay algo de lo que podemos
estar 100% seguros, somos el mejor producto que ha resultado de un largo proceso
de evolución y selección natural que se inició hace miles de años, somos únicos
y originales, nuestra forma de ser y nuestra personalidad es solo nuestra, no debemos
ni podemos conformarnos con tratar de ser una mala copia de alguien más;
honramos a cada generación anterior a nosotros cuando nos proponemos ser de
verdad nosotros mismos, cuando trabajamos constantemente en nuestro desarrollo
personal, cuando tenemos claro cuál es nuestro propósito de vida y en su
búsqueda ayudamos e influimos positivamente en cada una de las personas con las
que interactuamos.
Nadie tiene las mismas cualidades
que nosotros, somos diferentes a todas las personas que conocemos, somos
originales; y aunque físicamente podemos ser muy parecidos a nuestros hijos, padres
y hermanos, nuestra personalidad es exclusiva; no hay nadie como nosotros y debemos
sentirnos orgullosos de ser distintos y preferir mil veces ser marginados por esta
originalidad, por ser diferentes, que ser aceptados e incluidos en la
generalidad, donde se busca que todos sean iguales, donde todos tienen miedo de
comportarse como realmente son por lo que pensarán o dirán de ellos los demás.
A final de cuentas no somos tan
perfectos como en ocasiones llegamos a creer ni tan malos como imaginan los
demás; solo somos diferentes; pero en este viaje que se llama vida una cosa es
segura, podemos ser mucho mejor de lo que nosotros mismos imaginamos.
Introvertido |
Si nuestra personalidad es
introvertida y humilde, o arrogante y extrovertida y con ella nos sentimos bien
y funcionamos a la perfección no debemos tratar de cambiarla solo por miedo a
lo que piensen los demás; debemos cuestionar constantemente nuestras conductas
y asegurarnos de que nuestras características son una aceptación propia y no un
condicionamiento aceptado mediante la imposición consciente o subconsciente de
alguien más, si algo no nos satisface debemos hacer lo posible por cambiarlo hasta
estar conformes con ella; debemos estar conscientes de que algunas actitudes
nuestras serán bien vistas y otras no, pero lo más importante es cómo nos
sintamos nosotros; conservar aquellas que nos permiten desempeñarnos al máximo en
lo que hacemos; es cierto que la vida diaria implica que todos influimos o
somos influidos en mayor o menor medida por nuestras conductas; pero la
incorporación de alguna de ellas a nuestra personalidad se debe efectuar
libremente, por elección propia; esto implica un proceso de cuestionamiento
constante, aceptando la responsabilidad que implica ser los únicos constructores
de nuestra forma de ser.
Antes de iniciar un proceso
de cuestionamiento y posible cambio en nuestra personalidad, lo primero que
podemos hacer es aceptarnos tal como somos actualmente; con cualidades (muchas,
grandes y muy valiosas) y algunas debilidades, sin exagerar ninguno de los dos
aspectos; tratando de ser lo más justos en nuestra auto apreciación al analizarnos;
sin deprimirnos si estamos lejos del ideal que buscamos; siendo conscientes de que
como individuos representamos lo mejor de miles de generaciones de antepasados
que lograron sobrevivir y resolver los miles de problemas que se les presentaron.
¡Es lamentable que el éxito se te suba a la cabeza, pero es
todavía peor que sea el fracaso el que se te suba!
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