La Felicidad
¿Qué significa ser feliz, normalmente
me siento contento o molesto?, ¿es correcta la idea, generalmente aceptada por
la mayoría, de que para ser feliz debemos poseer, además de una buena salud, bienes
como el dinero, autos, propiedades, un trabajo en el que recibamos altos ingresos,
tener una pareja hermosa, viajes, y amigos con quienes divertirnos y disfrutar de
todos estos beneficios?, ¿se debe a la publicidad, o a la forma en que nos ha condicionado
y moldeado la cultura y la sociedad actuales en las que vivimos; es esta
la manera correcta de apreciar la vida y lo que hemos recibido de ella, o existe
algo más importante?; ¿por qué la mayor parte del tiempo no nos sentimos felices con
lo que hacemos en el trabajo, por qué le vemos lo malo casi a todo, que hacer para
cambiar esto, y por qué, cuando logramos alcanzar la mayoría de estos bienes, aún seguimos
sintiendo un vacío interno?
No me sucede siempre, ni es algo general, pero en
ocasiones me siento miserable y tengo la sensación de que algo no está
funcionando correctamente en mi vida, que necesito hacer algo diferente, aunque
no sé que es; a veces me imagino que puedo llegar a ser como la gran mayoría
de la población de mi país, que viven ganándose la vida con un trabajo que no les gusta,
ni desean que les llegue a gustar, viviendo en una habitación rentada llena de
bichos y cucarachas, deprimidos por comer en lugares baratos y sucios porque no hay
para más, ganando apenas lo suficiente para sobrevivir; ¿Es esto la vida, qué
pasó con los sueños y las expectativas de estas personas, acaso se convirtieron
en pesadillas?, en otras ocasiones también me doy cuenta de que le dedico demasiado
tiempo a arrepentirme de algunas cosas realizadas, o no realizadas en el
pasado; y en otras preocupado por lo que pudiera ocurrir en el futuro, y de
esta forma siento que desaprovecho las oportunidades del presente; ¿Cómo se puede romper
este círculo, cómo comenzar a pensar diferente y encontrar un mejor camino para
ser felices?
El significado de lo que
llamamos felicidad es diferente para cada uno de nosotros, dependiendo de la
edad en la que nos encontramos; y no en pocas ocasiones confundimos la felicidad
con la búsqueda de placer o de bienes materiales y hacemos hasta lo imposible para conseguirlos.
Durante la infancia la
felicidad se limita a tener lo suficiente para satisfacer nuestras necesidades,
tanto físicas como emocionales; en esta etapa lo más importante es la
alimentación, un lugar donde vivir, la ropa, y sobre todo el cariño, el apoyo y
el cuidado de nuestros padres y personas que nos rodean, somos el centro del
mundo y los demás están solo para nosotros. En este periodo es muy importante,
para sentirnos felices, las palabras y muestras de cariño de nuestros padres.
Durante la adolescencia el
significado de felicidad cambia, en esta etapa no nos entendemos ni nosotros
mismos, es un periodo de grandes cambios, tanto físicos como emocionales, y lo
más importante es sentir la seguridad, el apoyo y cercanía de nuestra familia y
amigos, pero a una distancia suficiente que no afecten nuestra libertad
personal, de sentir que somos solamente nosotros quienes dirigimos el destino
de nuestra vida y nuestras decisiones. En esta etapa, para sentirnos felices,
es importante que los demás respeten nuestra libertad, pero también necesitamos
sentir el apoyo y la cercanía de nuestros padres, hermanos y amigos.
La siguiente etapa, la correspondiente
a la vida reproductiva, una vez terminada la adolescencia y hasta aproximadamente
los 40 años o 50 años, nos tiene bastante ocupados tratando de satisfacer nuestras
necesidades y las de la familia que hemos iniciado; generalmente nos sentiremos
felices si somos capaces de proporcionarles un ambiente agradable y adecuado
para su desarrollo el cual cubra todas sus necesidades.
Después de los 50 años nuestras
necesidades cambian bastante, lo que nos mantenía ocupados se ha terminado y ya
no es tan necesario lo que antes era indispensable; ahora, para ser felices, tenemos
otras necesidades, otras perspectivas.
En general, podemos decir que a lo largo de casi toda la vida centramos nuestra felicidad siempre en factores externos a nosotros, llámense dinero, bienes materiales o personas, y de esta forma hacemos de la felicidad una situación cambiante en la que dependemos de los bienes que llegamos a obtener, o de que otras personas actúen de acuerdo a nuestros deseos y esto es el principal problema para ser felices; pero, ¿debemos renunciar a los bienes materiales, volvernos humildes, casi seres espirituales para alcanzar la felicidad?; salvo en muy raras excepciones, no lo creo, creo que se puede aprender a ser feliz, y al mismo tiempo poseer el dinero y los bienes deseados; esto es más una cuestión mental y de actitud que de factores externos.
En general, podemos decir que a lo largo de casi toda la vida centramos nuestra felicidad siempre en factores externos a nosotros, llámense dinero, bienes materiales o personas, y de esta forma hacemos de la felicidad una situación cambiante en la que dependemos de los bienes que llegamos a obtener, o de que otras personas actúen de acuerdo a nuestros deseos y esto es el principal problema para ser felices; pero, ¿debemos renunciar a los bienes materiales, volvernos humildes, casi seres espirituales para alcanzar la felicidad?; salvo en muy raras excepciones, no lo creo, creo que se puede aprender a ser feliz, y al mismo tiempo poseer el dinero y los bienes deseados; esto es más una cuestión mental y de actitud que de factores externos.
En la sociedad actual parece
ser que mientras más éxito y mayores niveles de ingresos se logran es menor la
felicidad de la gente; esto pasa porque, por lo general, cuando logramos
satisfacer alguna necesidad, o alcanzar
un objetivo, tales bienes y objetivos no están relacionados con nuestro propósito de vida, en consecuencia la satisfacción dura poco tiempo, por ejemplo, cuando tenemos
un incremento de sueldo importante, la felicidad que resulta de esto dura solo
unos meses, mientras adaptamos nuestro nivel de gastos a nuestro nuevo nivel de
ingresos, posteriormente volvemos al mismo estado de ánimo anterior; esto es
que si antes del incremento éramos felices, seguiremos siendo felices y si
éramos desdichados, volveremos a serlo, la felicidad obtenida dura poco
tiempo; en general parecería que los factores externos, por si mismos, no
ayudan mucho a lograr la felicidad; y que el dinero, los bienes y el placer, proporcionan
una felicidad de corta duración.
En la búsqueda de la
felicidad, podemos llegar a considerar la vida solamente como una vía para lograr el placer, estar de buen humor, la diversión, los amigos, las compras, la risa,
el ambiente agradable; la mayoría cometemos el error de considerar que estos
factores externos, así como el dinero, los bienes materiales, o alguna persona
especial, van a lograr que seamos felices y al final nos damos cuenta de que
por más bienes que acumulemos, por más dinero que poseamos, y por más que tengamos
a esa persona especial, la felicidad no llega a nosotros, y si ese placer o los bienes obtenidos fueron logrados de alguna forma ilegal, no adecuada, o en el proceso perjudicamos a otras personas, el arrepentimiento no nos permitirá gozar de ellos.
La posibilidad de encontrar la felicidad reside solamente en nosotros mismos, en nuestro interior, no importa lo limitados que sean nuestros recursos externos. Podríamos decir que la felicidad es más una cuestión de actitud mental, y que todos podemos mejorarla cambiando nuestra percepción de la vida. De esta forma, la felicidad está más relacionada con factores internos, podemos ser más felices si consideramos la vida como un compromiso con nuestro desarrollo y el de los demás, como un actuar sin restricciones, donde lo más importante sea poner el máximo esfuerzo en todo lo que hacemos, ayudar a los demás, estar inmerso y comprometido en la vida, fluir de manera constante; mantener buenas relaciones con la familia y amigos, darle la importancia que tiene al compromiso y al sentido que le damos a la vida, mostrar agradecimiento ante las oportunidades que tenemos de ser mejores día a día; poner nuestro mayor esfuerzo en desarrollar y utilizar nuestras capacidades para lograr un mundo mejor cumpliendo nuestro propósito y misión de vida.
La posibilidad de encontrar la felicidad reside solamente en nosotros mismos, en nuestro interior, no importa lo limitados que sean nuestros recursos externos. Podríamos decir que la felicidad es más una cuestión de actitud mental, y que todos podemos mejorarla cambiando nuestra percepción de la vida. De esta forma, la felicidad está más relacionada con factores internos, podemos ser más felices si consideramos la vida como un compromiso con nuestro desarrollo y el de los demás, como un actuar sin restricciones, donde lo más importante sea poner el máximo esfuerzo en todo lo que hacemos, ayudar a los demás, estar inmerso y comprometido en la vida, fluir de manera constante; mantener buenas relaciones con la familia y amigos, darle la importancia que tiene al compromiso y al sentido que le damos a la vida, mostrar agradecimiento ante las oportunidades que tenemos de ser mejores día a día; poner nuestro mayor esfuerzo en desarrollar y utilizar nuestras capacidades para lograr un mundo mejor cumpliendo nuestro propósito y misión de vida.
Los sicólogos aseguran que
podemos aprender a ser felices la mayor parte del tiempo; lo que ellos denominan
sicología positiva; para esto debemos hacer algunas cosas que nos producen
placer, hacer lo que nos gusta, tener un propósito y una misión que le dé
significado a nuestra vida; esto es tan importante que algunas grandes empresas
están impulsando programas que incrementen el nivel de felicidad entre sus
empleados; ¿por qué?, pues simplemente porque una persona feliz y positiva vive
más tiempo y en mejores condiciones, no solo físicas y mentales, sino que
también en su vida privada y laboral tiene más éxito en alcanzar los objetivos
que se propone, presenta altos niveles de creatividad, posee mayor resistencia
ante las adversidades y los problemas que se le presentan, logra altos niveles
de productividad, crea un ambiente agradable a su alrededor; y mantiene mejores
relaciones con las personas que lo rodean.
Finalmente podemos decir que no
existe una receta universal para conseguir la felicidad, existen diferentes
formas de lograrla y estas dependerán de las necesidades, las ideas, creencias,
deseos y forma de ser de cada quien; pero siempre hay algo en común en todas ellas y esto es que
se trata de una cuestión de actitud mental y que depende al 100% de cada uno de
nosotros, de esta forma algunos seremos felices y lograremos mayor placer con
una vida donde se invierta el mínimo de esfuerzo y otros encontraremos la
felicidad y una mayor satisfacción en el esfuerzo y la utilización de nuestros
recursos y habilidades para alcanzar nuestras metas, donde los bienes obtenidos
sean en proporción directa a los esfuerzos que invertimos en alcanzarlos.
Somos la especie más desarrollada; la consciencia y la inteligencia con que nos ha dotado la naturaleza tienen un propósito, lograr una sociedad feliz, más justa y equilibrada donde el desarrollo y el bienestar de la mayoría sea más importante que el beneficio personal; de esta forma cumpliremos con el objetivo que tenemos como especie, sobrevivir y llevar nuestra sociedad más allá del mundo en el que nos desarrollamos actualmente.
¡En resumen; si deseamos encontrar la
lleve de la felicidad debemos buscar dentro de nosotros mismos …!
Somos la especie más desarrollada; la consciencia y la inteligencia con que nos ha dotado la naturaleza tienen un propósito, lograr una sociedad feliz, más justa y equilibrada donde el desarrollo y el bienestar de la mayoría sea más importante que el beneficio personal; de esta forma cumpliremos con el objetivo que tenemos como especie, sobrevivir y llevar nuestra sociedad más allá del mundo en el que nos desarrollamos actualmente.
¡Despierta, libera tu potencial,
trabaja en tu mente…!
No
hay nada que pueda cambiar nuestro pasado, las decisiones que hemos tomado nos
han llevado hasta este momento de nuestra vida; pero el futuro tiene una
infinidad de posibilidades y caminos que podemos seguir; la elección de estos
dependerá siempre del objetivo al que deseamos llegar y de las decisiones que
vayamos tomando, por eso es tan importante tenerlo bien definido, después de
eso, los caminos se reducen.
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